Retomo la Ruta Nacional 9 rumbo a Tilcara. La banda de sonido de este tramo, es el soundtrack de las pelis de ROCKY, emocionante, al igual que el paisaje. Llego a Tilcara a las 11 hs, la altura ya es de 2400 msnm y el motorcito de Gloria la empieza a sentir. En Tilcara hice una parada técnica, no turística. Además fuí con la idea que es el equivalente de Villa Gesell en el Noroeste Argentino, y todos los días debo manejar, no estoy para fiestas planificadas. 3 litros de Súper $10.-, llamada a Lorena $4.- 11:15 dejo Tilcara.
Nuestra Panamericana nuevamente, la banda de sonido hasta Huacalera en el Trópico de Capricornio fue AC/DC. En el trópico unos japoneses coparon el lugar, y tuve que esperar para poder sacarle fotos a Gloria en el Trópico de Capricornio. Compré los primeros souveniers, chicos, para no sumar peso, $20.- Cuando me estaba retirando, llegaba desde el norte un chico en bicicleta, con la camiseta de fútbol de Argentina, venía viajando desde La Quiaca, quise entablar conversación para que me cuente de su aventurera, pero prácticamente me ignoró. Quizás es entendible, venía desde La Quiaca pedaleando y no quería hablar con nadie, pero me molestó un poco por no querer compartir su odisea, quizás porque ando en moto y soy menos ecologista que él. Anyway, me calzo los auriculares nuevamente, suenan Los Ramones, y me dirijo hacia Humahuaca.
A las 12:30 llego a Humahuaca. El paisaje en el horizonte es espectacular, pero me decpcioné un poco por el pueblo. Cuando digo el pueblo, es toda la zona urbana. Al igual que la mayoría de las afueras de los pueblos y ciudades del país, ví mucha basura. Eso un poco te tira para abajo, Patrimonio de la Humanidad, y se ven bolsas plásticas enganchadas en los arbustos. Al ingresar al pueblo o ciudad, para no ofender a nadie, la cosa cambió un poco. Pintoresca ciudad y más cuidada que la primera impresión que tuve. Al igual que Tilcara, esta no era una parada turística para mí, sino para almorzar, dar una vuelta y cargar nuevamente combustible ($6.-, 2 litros de nafta súper) en la estación de servicio YPF del Automóvil Club Argentino. Luego busqué un locutorio para llamar ($4.-) a Lore y consultarle como avanzaba mi trámite de la autorizacón del seguro para cruzar a Chile. Aún no estaba resuelto, entonces me fuí a almorzar. En el locutorio pregunté por un lugar recomendable para almorzar, Restaurante Pinocho me respondieron. Allí fuí. Por $13.- entrada, plato principal y postre, una ganga. Cuando estaba terminando mi comida, se abre la puerta del restaurante y empiezan a entrar turistas que se bajaban de un tour para almorzar. Sorpresa! Mia, Julia e Ilario formaban parte del contingente, nos reconocimos y tuvimos nuestra última comida juntos. Fue una linda e inesperada despedida de ellos.
Cuando almorzaba estaba pendiente de la moto, la había dejado en la calle y sin atar, y desde adentro se veía el manubrio, si me corría un poquito de mi lugar. Era la paranoia que tengo de vivir en ciudad, aún sabiendo que no pasa nada en los pueblos con los robos.
Miguel, el guía de turismo que traía a las hermanitas danesas y a Ilario, me tiró otros consejos sobre la altura y sobre la ruta a Iruya, ahí me enteré que el camino llegaba a 4000 msnm y que tenía que badear ríos, me decía que en auto no iba a llegar, y que con la moto si era de enduro llegaba tranqui, y con la mia quizas que tambien, todo esta en vos me dijo. Luego de eso, inflé le pecho y 15.15 hs. salí de Humahuaca rumba a Iruya., previa llamada telefónica a Lore nuevamente y agua ($6.50.-).
Al llegar a la Ruta Provincial 13, la que me llevará hasta Iruya, el cartel indica que son 54 km para llegar al pueblo, todo de ripio, piedra, arena y tierra, ríos por badear y trepar hasta los 4.000 msnm. Estaba en el kilómetro 18.019 del viaje, y me presentaba a otro gran desafío. Cómo me comentó Miguel, cerré un poco el paso de nafta al motor, para que no ingrese plenamete el combustible, porque iba a tener menos oxígeno para la combustión del motor, fue un experimento. Luego de un tramo relativamente tranquilo, llego a Iturbe, pueblo en un vallecito, que vivió sus momentos de apogeo cuando el ferrocarril paraba en su estación. Acá apareció otro obstáculo para sortear, el primero de todos los que vendrán en el resto del viaje. Badear un río ancho, de 30 metros aproximadamente, de aguas cristalinas, poco profundo, de piedras pequeñas. Un micro cruza sin problemas, sin problemas porque lo hace varias veces al días, conoce el río y el camino. En mi caso, primera vez que estoy en ese lugar, primera vez que voy a badear un río y encima en una moto que no está preparada y eso, y con el plus que está cargada. Antes de cruza, me bajo de la moto y cruzo el río caminando a modo de elegir el mejor lugar para cruzar, técnica que repetí en casi todas las veces que tuve que badear un río o arroyo. Después de tanto preámbulo, pude cruzar con éxito el río. A continuar camino.
Sigo por el camino, y al terminar el caserío el camino desaparece, o mejor dicho, se abre en muchas indefinidas opciones, son 180° de visión, con muchas huellas como opción para elegir. Elijo una y cada vez se hace más duro el recorrido, no hay huella, camino hago al andar, y no llego a ningún lado. Vuelvo sobre mis pasos, elijo otra opción, y es la correcta. Mi navegador mental tuvo que recalcular, y con éxito pudo retomar la ruta. Pero todo no es tán fácil, a badear el mismo río, pero ya en la altura, donde el ancho ahora es de 5 metros, pero un poco más profundo y con muchas más piedras, y sobre todo más grandes. Fue mi segundo badeo con éxito, aún me faltaban 5 badeos más del mismo río, y dos badeos más del Río Iruya.
Pensaba en todo esto que cuento, más en la altura, como la va llevando Gloria, como la voy llevando yo. En el kilómetro 18.047 llego a los 4.000 msnm, a las 18 hs. El punto más alto del camino a Iruya, y el límite geográfico exacto en ese sito entre las provincias de Jujuy y Salta. La ruta es provincial, en ambas provincias, en Jujuy hasta Iturbe es relativamente aceptable, dentro de lo aceptable que puede ser una de ripio, de hecho no tiene un puente para cruzar el río en ninguno de sus cruces. En Salta, al estar más alejada, increíblmente está mejor demarcada, con piedras pintadas de blanco para marcar los límites de la misma, y un poco mejorada con respecto a la parte jujeña. Al igual que del lado de Jujuy, no tiene puente, por lo que se debe badear el Río Iruya en dos ocasiones para llegar al pueblo. Mucha ruta mucha, pero me olvido de algo importante, el paisaje, increíble, a pesar de pensar en todo lo referente a la moto, el camino, en la influencia de la altura en mi cuerpo, pude disfrutar el paisaje. Sentirte, bueno, sentirme no, estar en lo más alto de una montaña que estuviste trepando luego de 3 horas es un gratificación inmensa, y no hay mejor premio que la vista. Luego de los 4.000 msnm comienza el descenso, bastante abrupto por cierto, contento por Gloria y por mí, porque el sufrimiento fue muchísimo menor, pero preocupado un poco, debido que al otro día ese descenso abrupto, será una subida muy empinada. Luego del descenso, unos 6 kilómetros son a la vera del Río Iruya, bordeandolo, el camino está bueno y prácticamente es llano, el agregado del atardecer en ese cañón es un regalo inesperado y único, los colores en las montañas a esa hora hacen ver diferentes a las montañas con una profundidad inalcanzable al mediodía. A medida que avanzo veo la emblemática iglesia de Iruya, colgada de la montaña, a la vuelta de una curva la veo, a la vuelta de otra la pierdo, y en la última recta me dice: "Quedate tranquilo, llegaron bien".
A las 19 hs. llegamos a Iruya, llegó Gloria, llegué yo. Luego de semejante travesía, la hice subir una trepada de 200 m., muy empinada, creo que la exigí sin necesidad, quería llegar hasta la hostería que se encuentra en lo alto del pueblo. Pensé, luego del duro viaje de ese día, que me merecía dormir en un lugar donde tenga todo, cómodo y dormir como un rey. La verdad que ese deseo era carísimo para pagar en efectivo, si aceptaban tarjeta de crédito me estiraba, pero no. Estaba muy cansado. El paisaje es imponente e hizo que todo el esfuerzo valga la pena, metro a metro. Fallado el plan A, a busca plan B. Sin mucho buscar, encontré el Hospedaje Palmira, por $ 20.- habitación privada, pero baño y todo lo demás para compartir. Pablo atendía el lugar, buena gente. Por desgracia, en la habitación de al lado había unos pendejos mal educados que golpeaban su puerta mientras hablaba con Pablo. Lo único que quiero es dormir, pero voy a ir a conocer Iruya de noche, dicen que hay mucha movida, hasta incluso hay afters, mentira.
Fuí hasta la plaza, a ver un poco de gente, vi la iglesia por fuera, porque estaba repleta porque estaban celebrando la víspera de reyes, había varios pesebres vivientes, todo muy pintoresco. El padre ordenaba a los chiquitos para que cada uno reciba su regalo de reyes. En esta ceremonia, practicamente participaba sólo gente del pueblo, los turistas contemplabamos el evento. Luego de eso, pasé unos pocos minutos por Interne ($ 1.-) fui a cenar, al comedor El Viajero. Al rato que llegué, llegaron otros turistas, había televisión y estaban pasando un partido de la Liga Inglesa (?), ni Iruya se salvó de la globalización. En el lugar había 6 mesas, 4 ocupadas por turistas, era el único argentino, en las otras dos una pareja de Iruya y en la otra los hijos de los dueños del lugar. Comí bien por $ 25.-, el primer ejemplo de comida andina, carne (la que sea), con papas y ensalada. Ver los rostros de la gente en la plaza, las personas que me atendieron en el cyber, en el comedor El Viajero, la de Pablo, todo esto sumado a los pendejos que hacían quilombo en la habitación de al lado y que a la noche cantaban una canción de la Bersuit con una guitarra y al mismo momento otros chicos cantaban un tema de Las Pastillas del Abuelo en otra hostería a 50 metros, me hizo sentir que el lugar estaba invadido por turistas, no visitado. Sentí que la gente del pueblo se sentía invadida, pero de alguna manera aceptan eso, y de todas maneras, siendo turista / visitante mi persona se sintió invadida con tanta gente de Buenos Aires y su actitud de hacerse notar y creerse los dueños del lugar.
HOJA DE RUTA 05 de Enero de 2009
154 kilómetros, 5 horas 10 minutos arriba de la moto. 8 horas 30 minutos de viaje. Banda de sonido: Ramones.
Km 17.915 - Salida 10.30 hs. - Purmamarca, Provincia de Jujuy. 2.195 msnm.
Km 17.945 - Llegada 11.00 hs. - Tilcara, Provincia de Jujuy. 2.460 msnm.
Primera parada. Salida 11.15 hs.
Km 17.961 - Llegada 11.40 hs. - Huacalera / Trópico de Capricornio, Provincia de Jujuy. 2.640 msnm.
Segunda parada. Salida 11.50 hs.
Km 17.991 - Llegada 12.30 hs. - Humahuaca, Provincia de Jujuy. 2.938 msnm.
Tercer parada. Salida 15.15 hs.
Km 18.047 - Llegada 18.00 hs. - Límite Provincia de Jujuy y Provincia de Salta, Ruta Provincial 13. 4.000 msnm.
Cuarta parada. Salida 18.10 hs.
Km 18.069 - Llegada 19.00 hs. - Iruya, Provincia de Salta. 2.730 msnm.
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